bootstrap template



DÍA SÉPTIMO

ACTO DE CONTRICCIÓN

¡Señor mio, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podeis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Santísima María, que nacisteis dando tan nueva luz al mundo, que resplandece en los más remotos climas, siendo la Aurora que nos anunció el Sol que desterró las tinieblas de la culpa en que estaba sumergido el mundo; seáis enhorabuena bienvenida, Niña hermosa, pura, limpia e inmaculada en tu Concepción; seáis bienvenida a ser ejemplo de santidad, y modelo de todas las virtudes; seáis bienvenida a ser esperanza del perdón de nuestras culpas; seáis bienvenida a ser depositaria de todos los bienes de Dios; seáis bienvenida a ser delicioso jardín de Dios, cuyas plantas y flores tienen virtud para la salud de mi cuerpo y alma; seáis bienvenida a ser Madre de Dios, a quien se dé toda alabanza, todo honor, toda gloria por eternos siglos. Amén.

ORACIÓN DEL DÍA

¡Virgen del Oreto! Tú eres el hermoso Arco Iris que el Señor ha puesto en el cielo de la Iglesia; pues si el Iris es señal de alianza con Dios y los hombres, y de serenidad en las tempestades, tú eres la que siempre pones paz e intercedes ante Dios por nosotros. ¡Cuántas veces las tempestades más terribles, que amenazaban la total ruina de nuestros campos, se han desvanecido por tu intercesión y confianza en tu Sagrada Imagen!
Te pedimos, María Santísima que nos auxilies y nos ayudes en las dificultades y tentaciones de cada día, con el fin de que con quietud y paz interior podamos venerarte, y en esta Novena alcanzar lo que en ella pedimos. Amén

Por el poder y gloria que sobre todas las criaturas dio el Padre Eterno a María Santísima

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Por la sabiduría y virtudes con que el Hijo de Dios adornó el alma de María Santísima.

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Por el amor con que el Espíritu Santo inflamó el corazón de María Santísima.

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

(Ahora cada uno pedirá el favor que desea alcanzar en esta novena)

RECOMENDACIÓN A LA VIRGEN Y CONCLUSIÓN.

¡Oh soberana Madre de Dios, Virgen María del Oreto! Muy confiado en tu poderosa protección, y en tus inagotables misericordias te encomiendo mi alma y mi cuerpo, y pongo en tu manos toda mi esperanza, todos mis deseos, todas mis angustias y miserias hasta el fin de mi vida, para que por tu intercesión y méritos se dispongan y encaminen todas mis obras a cumplir la divina voluntad; y te suplico que por este Novenario, que con afecto y devoción celebramos, me libres de los males que me puedan dañar el alma y el cuerpo, para conseguir así la gloria que gozas con tu Divino Hijo por los siglos de los siglos. Amén