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DÍA NOVENO

ACTO DE CONTRICCIÓN

¡Señor mio, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de haberos ofendido; también me pesa porque podeis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Amén

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Santísima María, que nacisteis dando tan nueva luz al mundo, que resplandece en los más remotos climas, siendo la Aurora que nos anunció el Sol que desterró las tinieblas de la culpa en que estaba sumergido el mundo; seáis enhorabuena bienvenida, Niña hermosa, pura, limpia e inmaculada en tu Concepción; seáis bienvenida a ser ejemplo de santidad, y modelo de todas las virtudes; seáis bienvenida a ser esperanza del perdón de nuestras culpas; seáis bienvenida a ser depositaria de todos los bienes de Dios; seáis bienvenida a ser delicioso jardín de Dios, cuyas plantas y flores tienen virtud para la salud de mi cuerpo y alma; seáis bienvenida a ser Madre de Dios, a quien se dé toda alabanza, todo honor, toda gloria por eternos siglos. Amén.

ORACIÓN DEL DÍA

¡Santísima María del Oreto! Tú eres la Palma exaltada en Cadés, porque si la Palma tiene en sus hojas la forma de mano, y sus frutos son más dulces que la miel, tú tienes siempre las manos abiertas para dar, como das a todos con abundancia de fruto, intercediendo ante Dios, nuestro Señor; y así como la palma extiende sus ramas por todas partes, así se extiende tu protección sobre nosotros, tus hijos.
Nos acogemos, pues, bajo la sombra de la Palma de tu Imagen, para lograr los frutos dulces de tu patrocinio; y si la Palma se da al que vence, ayúdanos a vencer y ganar en las tentaciones, para poder cantar las misericordias del Señor. Amén

Por el poder y gloria que sobre todas las criaturas dio el Padre Eterno a María Santísima

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Por la sabiduría y virtudes con que el Hijo de Dios adornó el alma de María Santísima.

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Por el amor con que el Espíritu Santo inflamó el corazón de María Santísima.

Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

(Ahora cada uno pedirá el favor que desea alcanzar en esta novena)

RECOMENDACIÓN A LA VIRGEN Y CONCLUSIÓN.

¡Oh soberana Madre de Dios, Virgen María del Oreto! Muy confiado en tu poderosa protección, y en tus inagotables misericordias te encomiendo mi alma y mi cuerpo, y pongo en tu manos toda mi esperanza, todos mis deseos, todas mis angustias y miserias hasta el fin de mi vida, para que por tu intercesión y méritos se dispongan y encaminen todas mis obras a cumplir la divina voluntad; y te suplico que por este Novenario, que con afecto y devoción celebramos, me libres de los males que me puedan dañar el alma y el cuerpo, para conseguir así la gloria que gozas con tu Divino Hijo por los siglos de los siglos. Amén